Una ex reclusa de una prisión de mujeres en el estado de Washington afirma que fue agredida sexualmente repetidamente por su corpulento compañero de celda transgénero después de que este último fuera trasladado a la instalación luego de un cambio de identidad de género, según una demanda. Mozzy Clark ha presentado una demanda federal contra el Departamento Correccional del estado, alegando que fue colocada en una celda con un abusador de menores convicto de 6 pies 4 pulgadas que la sometió a meses de acoso, amenazas, acoso sexual y agresión.
El compañero de celda, identificado como Christopher Scott Williams, fue declarado culpable originalmente de agredir sexualmente a una niña y cumplía una sentencia adicional por abuso doméstico. Williams, que ahora se identifica como una mujer transgénero, solicitó ser reconocida como mujer y posteriormente fue trasladada a una prisión de mujeres. Según la demanda, una vez que Williams fue colocada en la misma celda que Clark, su vida se convirtió en “una pesadilla viviente”.
Los registros del Departamento Correccional del estado enumeran a Williams como mujer y se encuentra alojada en el Centro Correccional para Mujeres de Washington.

Denuncias de amenazas y abusos

La demanda describe una serie de acusaciones, alegando que Williams frecuentemente amenazaba con violar a Clark, la miraba de reojo en la ducha y exigía sexo persistentemente. En una ocasión, Williams supuestamente acosó a Clark con un juguete sexual casero. “En su celda, la señora Clark estaba en la litera de abajo. El señor Williams… flotaba amenazadoramente sobre la litera de la señora Clark con una erección mientras se tocaba. También le mostraría su erección a la señora Clark en contra de su voluntad, haciendo gestos hacia ella y expresando sus deseos”, afirma la demanda. La demanda alega además que una noche Clark se despertó y encontró a Williams sentada en el suelo junto a su cama con un brazo debajo de la manta.

Falta de protección de las autoridades penitenciarias

Clark afirma que cuando denunció el abuso al personal de la prisión, poco se hizo para protegerla. Aunque Williams finalmente fue trasladado a una celda diferente, el acoso supuestamente continuó. Según los informes, Williams buscó a Clark, la siguió al baño e hizo comentarios lascivos desde un cubículo vecino. «También comenzó a amenazarla con violencia si volvía a quejarse de él», alega la demanda. Clark solicita una indemnización por “angustia emocional extrema, vergüenza, intimidación, humillación, indignación, bochorno y miedo”.

Preocupaciones más amplias en la instalación

Clark no es el único recluso que expresa su preocupación por Williams. En agosto, otro preso describió el comportamiento inapropiado e intimidante de Williams y otros reclusos transgénero en la prisión. “Cuando las mujeres están en las duchas, estas personas simplemente se quedan ahí paradas. No necesitan ponerse de puntillas: miran y ven todo. La gente se siente muy incómoda. Te sientes como si te hubieran violado”, afirmó un prisionero anónimo. Los informes indican que la instalación albergaba al menos a 11 reclusos transgénero en ese momento.



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