nitrospirota es un filo arqueal que es particularmente común en el subsuelo terrestre. Algunas especies de nitrospirota son capaces de oxidar el amoníaco, mientras que otras pueden reducirlo a nitrito, que es utilizado por el fitoplancton y también defiende contra patógenos en el estómago, la boca y la piel humana.

proteobacterias es un filo bacteriano que es especialmente abundante en el subsuelo terrestre y marino. Algunas proteobacterias viven en fosas oceánicas profundas y oxidan el monóxido de carbono (que contribuye al calentamiento global y agota la capa de ozono). Las bacterias también comunes en el subsuelo marino incluyen Desulfobacterias y metilomirabilota. Las desulfobacterias reducen los sulfatos y otras bacterias reductoras de sulfatos ya han demostrado que pueden usarse para ayudar a limpiar el suelo contaminado. La metilomirabilota ayuda a controlar los niveles de metano en la atmósfera al oxidar el metano.

Algo inesperado que llamó la atención de Ruff fue cómo la diversidad total aumentaba con la profundidad. Esto fue sorprendente porque hay menos energía disponible en niveles más profundos del subsuelo. Para las arqueas, la diversidad aumentó con el aumento de la profundidad en los ambientes terrestres, pero no en los ambientes marinos. Lo mismo ocurrió con las bacterias, excepto en ambientes marinos en lugar de terrestres.

Gran parte de lo que se encuentra muy por debajo de nuestros pies aún se nos escapa. Ruff sugiere que los microbios unicelulares en niveles aún más profundos, pero inexplorados, del subsuelo pueden haberse adaptado a la ausencia de energía al ralentizar su metabolismo tan drásticamente que podrían tardar décadas, incluso siglos, en dividirse una sola vez.

Si realmente hay microbios que logran vivir más que los humanos con esta táctica de supervivencia, es posible que especies similares se escondan en planetas como Marte, cuya superficie ha sido bombardeada por radiación durante mucho tiempo.

“Comprender la vida profunda en la Tierra podría ser un modelo para descubrir si hubo vida en Marte y si ha sobrevivido”, Ruff dicho en un comunicado de prensa.

Quizás la tecnología futura pueda recuperar muestras a varios kilómetros por debajo de la superficie marciana. Hasta entonces, sigue investigando.

Avances científicos, 2024. DOI: 10.1126/sciadv.adq0645

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