El nuevo Primer Ministro de Francia, François Bayrou, se dirige a los políticos a través de un discurso de política general destinado a delinear sus principales prioridades, incluidas decisiones presupuestarias clave, un mes después de asumir su nuevo cargo.

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El nuevo primer ministro de Francia, François Bayrou, se enfrenta el martes a su primera prueba importante en el parlamento, ya que su gobierno no tiene mayoría en medio de una inestabilidad política sin precedentes.

Bayrou se dirige a los políticos a través de un discurso de política general destinado a delinear sus principales prioridades, incluidas decisiones presupuestarias clave, un mes después de que fuera nombrado por el presidente Emmanuel Macron.

¿Qué propone Bayrou?

Bayrou necesita urgentemente aprobar un proyecto de ley presupuestaria para 2025. Tras el colapso del gobierno anterior, se aprobó una ley de emergencia que permitirá al Estado recaudar impuestos a partir del 1 de enero, pagar los gastos básicos y evitar un cierre.

Pero sólo un presupuesto adecuado ayudaría a reducir el déficit de Francia y permitiría gastos clave como las medidas de defensa necesarias en medio de la guerra en Ucrania o la ayuda prometida a los agricultores.

Los mercados financieros, las agencias de calificación y la Comisión Europea están presionando a Francia para que cumpla con las normas de la UE que limitan la deuda y eviten que los costos de endeudamiento de Francia se disparen. Eso amenazaría la prosperidad de los países de la eurozona.

Se estima que el déficit de Francia alcanzará el 6% de su producto interno bruto en 2024. El ministro de Finanzas, Éric Lombard, dijo la semana pasada que el gobierno «apunta a un déficit de entre el 5 y el 5,5%» este año.

Cuando asumió el cargo, Bayrou afirmó que «nadie conoce mejor que él la dificultad de la situación», comparando los desafíos a los que se enfrenta una escalada al «Himalaya».

¿Se puede volver a derrocar al gobierno?

El gabinete de Bayrou depende de un frágil acuerdo entre los aliados centristas de Macron y los conservadores del Partido Republicano que, incluso con sus fuerzas combinadas, no tienen una mayoría parlamentaria.

El gobierno anterior estuvo en el poder sólo tres meses antes de ser derrocado por políticos de la oposición tanto de izquierda como de extrema derecha en medio de una disputa presupuestaria.

Para evitar que se repita ese escenario, Bayrou quiere asegurar un pacto de no agresión con los socialistas para que no apoyen ninguna medida futura para derrocar al gobierno.

Los socialistas dijeron que están abiertos a las conversaciones con la condición de que incluyan negociaciones sobre la impopular reforma de pensiones de Macron que fue aprobada hace dos años.

Sin embargo, todavía se vislumbra la posibilidad de otra moción de censura.

El partido de extrema izquierda Francia Insumisa se niega a entablar conversaciones con el gobierno y ya ha anunciado que presentará una moción de censura.

Una votación a finales de esta semana tendría pocas posibilidades de tener éxito ya que la extrema derecha no parece dispuesta a apoyar tal medida en el plazo inmediato.

Sin embargo, la cuestión podría volver a plantearse durante el futuro debate presupuestario en el parlamento, con más incertidumbre sobre el resultado.

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¿Por qué las conversaciones sobre la reforma de las pensiones son clave?

El plan de Macron de elevar la edad de jubilación de 62 a 64 años desató meses de protestas masivas de enero a junio de 2023 que dañaron su liderazgo. La legislación, que ha comenzado a implementarse gradualmente, también exige que las personas trabajen 43 años para recibir una pensión completa.

Los socialistas instan ahora a Bayrou a anunciar una «suspensión» de la reforma para dar tiempo a renegociarla, con el objetivo de dar marcha atrás en la edad de 64 años e introducir medidas específicas para quienes tienen carreras largas y determinadas profesiones consideradas trabajo duro.

Una suspensión, si se anunciara, provocaría ira en el otro lado del espectro político, posiblemente debilitando aún más al gobierno de Bayrou.

El presidente conservador del Senado, Gérard Larcher, advirtió que las medidas en materia de pensiones no deberían suspenderse ni rescindirse.

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«Si derogáramos la reforma de las pensiones, el coste sería de 3.400 millones de euros en 2025 y casi 16.000 millones de euros en 2032», afirmó.

¿La extrema derecha todavía tiene influencia?

La líder de extrema derecha Marine Le Pen, la rival más feroz de Macron, jugó un papel decisivo en el derrocamiento del gobierno anterior.

Bayrou la consultó cuando formó el nuevo gobierno y Le Pen sigue siendo una fuerza poderosa. Su partido Agrupación Nacional tiene el grupo más grande en la Asamblea Nacional, la poderosa cámara baja del parlamento francés.

En los últimos días, el gobierno de Bayrou intentó dejar de lado a Le Pen negociando con los socialistas, los verdes y los comunistas sobre cuestiones presupuestarias.

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El presidente de la Agrupación Nacional, Jordan Bardella, criticó esas conversaciones y advirtió el lunes que su partido se opondrá a cualquier presupuesto que aumente el costo de los medicamentos, brinde más atención médica a los inmigrantes que permanecen ilegalmente en el país e imponga nuevos impuestos a las empresas.

Tales medidas justificarían un voto de censura, afirmó.

Mientras tanto, Le Pen se enfrenta a sus propios dolores de cabeza en los próximos meses: un fallo judicial en marzo sobre la supuesta financiación ilegal del partido podría impedirle postularse para un cargo.

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