No se ha demostrado que las acusaciones contra el alcalde de EstePona sean falsas y se presentarán nuevas pruebas, ha insistido el abogado que lidera la fiscalía.
Antonio Granados Caballero representa al policía local y su esposa que afirman ser víctimas de una campaña de 18 meses de abuso sexual por el poderoso José García Urbano.
Pero un juez desestimó el caso de abuso sexual y coerción contra el alcalde la semana pasada, uno de los dos casos derivados de las acusaciones.
Sin embargo, Granados ha afirmado que las reclamaciones de exoneración de Urbano por parte del juez son falsas y el caso sigue abierto en espera de una apelación ante un tribunal superior.
«No es el caso de que los cargos contra la parte investigada sean falsas como ha reclamado en sus redes sociales», dijo Granados en un comunicado.
«A partir de hoy, el procedimiento contra la persona bajo investigación permanece abierto hasta que se haya escuchado nuestra apelación y se presente una nueva evidencia».
Una segunda audiencia contra Urbano para el mal uso de los fondos públicos se realizará este mes, considerando si contrató a la esposa del demandante en el ayuntamiento con un contrato falso a corto plazo.
Los demandantes han alegado que Urbano le dio un papel de 3.000 € al mes por el cual nunca se le exigió que actuara o incluso pusiera un pie en el edificio del ayuntamiento.
Alegan que era parte de una campaña de incentivos que Urbano mantuvo para mantenerlos flexibles y continuar con la ‘relación abusiva’.
Urbano, quien ha negado las afirmaciones y las llamó manchas motivadas políticamente, ha sido llamado dos veces para testificar ante el tribunal como sospechoso en los casos paralelos.
En una declaración a su página de Facebook después de que fue desestimado el primer caso, Urbano escribió: “El tribunal confirma que he sido víctima de una falsa queja por el acoso sexual.
“En este sentido, no hay indicios de criminalidad para la apertura de los procedimientos orales, que ha revelado la falsedad y las contradicciones de la historia de los demandantes, así como la falta absoluta de la base de la queja.
Desde que me enteré de la queja a través de los medios de comunicación, expliqué que era una campaña inadmisible e injusta para dañar mi dignidad personal y mi carrera política con un único y claro propósito espurio, tratar de sacarme del ayuntamiento y de mi compromiso a EstePona. «