China ha desplegado casi 400 soldados y múltiples helicópteros en el Academia Budista Larung Garel mayor centro de estudios budistas tibetanos del mundo, en un esfuerzo por garantizar una vigilancia más estricta de las prácticas religiosas, el Administración central tibetana (CTA) informó el viernes.
La República Popular China (RPC) planea además imponer regulaciones estrictas el próximo año en la institución monástica budista ubicada en el condado de Serthar (Ch: Seda), Karze.
Según se informa, las normas limitarán la duración de la residencia de monjes y monjas a un máximo de 15 años. Además, será necesario que todos los practicantes religiosos se registren ante las autoridades. Los planes también incluyen reducir el número total de monjes y monjas en el monasterio.
Además, supuestamente se está pidiendo a los estudiantes chinos que se vayan, lo que indica un enfoque específico para disminuir la población en el sitio.
Una serie de medidas enérgicas gubernamentales a lo largo de los años
Larung Gar, fundada en 1980, ha sido testigo de una serie de medidas represivas por parte de la nación comunista a lo largo de los años.
El instituto enfrentó una gran represión en 2001 y nuevamente en 2016-2017, cuando miles de edificios fueron demolidos y muchos practicantes fueron desalojados por la fuerza.
La demolición comenzó el 20 de julio de 2016 y continuó hasta mayo de 2017. A lo largo de los años, su población se ha reducido casi a la mitad, de unos 10.000 a un número menor.
¿Demoliciones para renovación?
Según una declaración del gobierno local de 2016, los funcionarios aclararon que su intención nunca fue «demoler» el monasterio. En cambio, explicaron que se había desarrollado un plan integral para renovar el área, informó el Diplomat.
Sin embargo, Free Tibet criticó el enfoque del gobierno chino, cuestionando por qué, si las intenciones del gobierno local eran genuinas, no permitirían que periodistas extranjeros visitaran y observaran la situación de primera mano.
La cuestión del Tíbet sigue siendo una fuente de conflicto de larga data para China. Históricamente una región independiente, el Tíbet fue invadido por el Ejército Popular de Liberación de China en 1950 y, en 1951, China reclamó soberanía sobre él, lo que provocó malestar político.
Un importante levantamiento en 1959 obligó al Dalai Lama a huir a la India, donde estableció el gobierno tibetano en el exilio, según la CTA.
Si bien China considera al Tíbet como una parte inseparable de su territorio, muchos tibetanos continúan abogando por una mayor autonomía o independencia.