Según informes, dos personas han desaparecido tras ser presuntamente detenidas por las fuerzas armadas de Pakistán en Baluchistány un caso involucró a un niño de 13 años. El niño, identificado como Balach, hijo de Sabrullah, es del distrito de Panjgur, y sus familiares afirmaron que fue sacado a la fuerza de su casa hace diez días durante una redada de las fuerzas paquistaníes.
Según The Baluchistan Post, Balach supuestamente fue sometido a abusos físicos antes de que se lo llevaran cuando aún estaba herido. Las autoridades aún no se han pronunciado sobre el incidente, que ha despertado preocupación entre organizaciones de derechos humanos locales e internacionales.
Los repetidos ataques del ejército paquistaní contra la familia han sido documentados, con incidentes previos que incluyeron una redada en su residencia donde se dañaron propiedades y se arrojaron dos granadas de mano afuera, aunque no se reportaron heridos.
Según fuentes locales, las fuerzas han realizado redadas periódicas en la casa, sometiendo a la familia a continua intimidación, según el informe.
En otro incidente, las fuerzas paquistaníes detuvieron a un hombre identificado como Fazal Bashir en la ciudad costera de Gwadar. Fazal, residente de la zona de Hirabad en el distrito de Kech, fue detenido el 23 de diciembre y su paradero sigue sin identificarse, según The Baluchistan Post.
Su familia ha pedido ayuda a organizaciones de derechos humanos para determinar su paradero, preocupada por su seguridad. El persistente problema de las desapariciones forzadas en Baluchistán sigue atrayendo la atención, y activistas locales y organizaciones de derechos humanos exigen rendición de cuentas y la liberación de las personas desaparecidas.
A pesar de los continuos llamados a la justicia, estos incidentes ponen de relieve las acusaciones en curso contra las fuerzas de seguridad paquistaníes en la región.
Las familias de Balach y Fazal han solicitado a las autoridades que investiguen sus casos y proporcionen información sobre sus familiares desaparecidos.
Baluchistán sigue siendo testigo de secuestros y asesinatos sistemáticos, que afectan a diversos segmentos de la sociedad, incluidos activistas, políticos, periodistas y civiles, que, según informes, son detenidos por las fuerzas de seguridad, según la agencia de noticias ANI.
El ejército paquistaní enfrenta frecuentes acusaciones de utilizar desapariciones forzadas como táctica contra insurgentes y grupos separatistas. Las organizaciones de derechos humanos y los grupos nacionalistas baluchis sostienen que estos secuestros tienen como objetivo reprimir la oposición.
Estas desapariciones a menudo dan lugar a torturas y ejecuciones extrajudiciales, lo que intensifica la situación de los derechos humanos en la región, añade el informe.



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