No solo las superestrellas, sino también a las personas comunes de todos los ámbitos de la vida se les ofrece papeles principales en Chunwan. Mientras me sentaba mirando la gala de este año, me impresionó particularmente la aparición de los representantes del proyecto de bloqueo de arena del desierto de Taklimakan.
Cientos de miles de personas contribuyeron a este logro monumental, convirtiendo un desafío desalentador en un éxito por la resiliencia e ingenio humano. También es un testimonio del espíritu de perseverancia tan profundamente arraigado en la cultura china.
Recuerdo la antigua fábula china de Yugong, o el viejo tonto que movió montañas. Frente a las imponentes montañas bloqueando el camino de su pueblo, el hombre comenzó y continuó cavando con su familia, día tras día, a pesar del ridículo de sus vecinos. Su resolución movió a los dioses, a quienes finalmente se les quitó las montañas.
Mientras que el viejo tonto es mítico, su historia resuena con el chino moderno: ningún obstáculo es demasiado grande si estás dispuesto a seguir presionando.