Primer Ministro Justin Trudeau (AP)

Justin Trudeau, el vigésimo tercer Primer Ministro de Canadá, anunció el lunes su renuncia como líder del partido y Primer Ministro, poniendo fin a un mandato de casi una década marcado por reformas progresistas, reconocimiento global y crecientes críticas internas.
Trudeau, citando batallas internas y una creciente insatisfacción con su liderazgo, dijo: “Este país merece una elección real en las próximas elecciones. No puedo ser la mejor opción en esa elección”. Su decisión se produce tras meses de agitación política, incluidas dimisiones clave dentro de su gabinete, como la de la ex ministra de Finanzas Chrystia Freeland, quien criticó públicamente sus prioridades económicas.
¿Quién es Justin Trudeau?
Nacido en la realeza política canadiense como hijo del ex primer ministro Pierre Trudeau, Justin Trudeau abrió un camino único hacia el liderazgo. Antes de dedicarse a la política, trabajó como profesor, portero de discoteca e instructor de snowboard. Saltó a la fama en 2015, convirtiéndose en el segundo primer ministro más joven de la historia de Canadá, a los 43 años.
Conocido por su personalidad carismática y su visión progresista, Trudeau defendió la diversidad, la igualdad de género y la reforma migratoria. Su gabinete fue el primero en la historia de Canadá en tener una representación igualitaria de hombres y mujeres. También fue noticia a nivel mundial al legalizar el cannabis e imponer impuestos al carbono para abordar el cambio climático.
¿Qué llevó a su caída?
A pesar de su popularidad inicial, el liderazgo de Trudeau ha enfrentado crecientes críticas. Los crecientes costos de la vivienda y los alimentos, junto con el manejo de la inmigración por parte de su gobierno, alienaron a muchos canadienses. Su decisión de aumentar las cuotas de inmigración mientras persistía la escasez de viviendas profundizó aún más el descontento público.
Económicamente, el impuesto al carbono de Trudeau y su controvertido apoyo a un proyecto estancado de expansión del oleoducto polarizaron a los votantes. Muchos vieron sus políticas como un difícil acto de equilibrio entre la preservación del medio ambiente y el crecimiento económico, que no agradaba a ninguno de los lados del espectro político.
En el escenario internacional, las tensiones con la India por las acusaciones de Trudeau de que Nueva Delhi estuvo involucrada en el asesinato de El terrorista de Jalistan Hardeep Singh Nijjar complicó aún más su situación. Los críticos acusaron a Trudeau de complacer a los votantes sikh pro-Khalistan, tensando las relaciones entre Canadá e India y sin presentar pruebas concretas para sus afirmaciones.
El factor triunfo
Sumándose a los desafíos de Trudeau, el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, amenazó con imponer aranceles del 25% a los productos canadienses si Canadá no abordaba las preocupaciones de Estados Unidos sobre la migración y los flujos de drogas. La presión de Trump amplificó las críticas internas al manejo de Trudeau de las cuestiones económicas y fronterizas, dejando a su liderazgo bajo una presión cada vez mayor.
Legado y futuro
La partida de Trudeau deja un legado mixto. Si bien redefinió la imagen global de Canadá como una nación progresista e inclusiva, su incapacidad para abordar las preocupaciones económicas internas y las crecientes divisiones finalmente llevaron a su renuncia.



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