Tres días antes de la toma de posesión del presidente electo Donald Trump, el Departamento de Seguridad Nacional de Estados Unidos (DHS) implementará reformas radicales a los programas de visas H-1B y H-2, destinadas a modernizar los procesos y fortalecer la protección de los trabajadores. La medida añade nueva intriga a medida que la historia mixta de Trump con el programa de visas H-1B pasa a ser el centro de atención.
Las reglas actualizadas, que entraron en vigor a partir de hoy, agilizan el proceso de aprobación, mejoran la supervisión y aumentan la flexibilidad para los empleadores que utilizan el programa de visas H-1B para contratar trabajadores extranjeros calificados. La regla H-2 fortalece las protecciones para los trabajadores agrícolas y no agrícolas temporales, imponiendo nuevas consecuencias por violaciones de las leyes laborales y tarifas injustas.
En un comunicado, los Servicios de Inmigración y Ciudadanía de Estados Unidos destacaron los objetivos: “Modernizar y mejorar los requisitos para los programas H-1B y H-2 garantiza una mejor integridad, supervisión y protección para los trabajadores”.
La contradictoria historia de Trump con las visas H-1B
Los comentarios de Donald Trump sobre el programa H-1B durante una entrevista reciente en el New York Post llamaron la atención. Al describir el programa como “excelente”, Trump admitió que utilizaba mucho trabajadores H-1B en sus propiedades y dijo: “Siempre me han gustado las visas… He creído en la H-1B. Es un gran programa”.
Este sentimiento marca un marcado contraste con su primer mandato, cuando su administración endureció las restricciones a las visas H-1B, citando preocupaciones sobre el abuso y el reemplazo de trabajadores estadounidenses por mano de obra extranjera peor pagada. Las restricciones se intensificaron aún más durante la pandemia de 2020, alimentando la división dentro de su base política.
Una división dentro de MAGA
Las reformas inminentes coinciden con un acalorado debate entre los partidarios de Trump. El magnate tecnológico Elon Musk y el candidato presidencial Vivek Ramaswamy han defendido la ampliación del programa H-1B para “trabajadores altamente calificados”, provocando la reacción de miembros de línea dura del movimiento MAGA de Trump.
Mientras Trump se prepara para asumir nuevamente el cargo, las reglas de visas renovadas podrían indicar un cambio en la política de inmigración, equilibrando potencialmente las necesidades de mano de obra calificada con la protección de los trabajadores. Dado que el historial de Trump en materia de visas H-1B genera intriga, es probable que las implicaciones políticas de estas reformas se extiendan mucho más allá de su toma de posesión.



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