Elon Musk, empresario multimillonario y asesor entrante del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, reavivó las tensiones con el gobierno del Reino Unido esta semana al compartir una historia profundamente personal sobre su abuela británica. Cora Amelia Robinsonmientras lanza críticas mordaces contra altos funcionarios británicos.
Musk habló de su abuela, una mujer de clase trabajadora que sobrevivió a la pobreza durante la Gran Depresión y los bombardeos de la Segunda Guerra Mundial. «Ella limpiaba casas para poner comida en la mesa», dijo Musk, y agregó: «Si estuviera viva en la Gran Bretaña actual, podría haber sido secuestrada». El comentario se produjo cuando Musk criticó el manejo del gobierno de pandillas de cuidado infantil y casos históricos de abuso.

Apuntando al liderazgo laboral
El CEO de Tesla recurrió a su plataforma de redes sociales, X, para acusar al Ministro de Protección del Reino Unido. Jess Phillips de ser un “apologista del genocidio de la violación” y pidió al Primer Ministro Keir Starmerdestitución, lo que sugiere que debería enfrentarse a penas de cárcel por su papel en el procesamiento de casos de abuso infantil.
Musk incluso encuestó a sus seguidores, preguntándoles si Estados Unidos debería «liberar al pueblo de Gran Bretaña de su gobierno tiránico». La pregunta, aunque planteada de manera provocativa, provocó un debate generalizado: algunos la vieron como una sátira y otros como un desafío directo al liderazgo del Reino Unido.

Starmer contraataca
En una conferencia de prensa el lunes, Starmer defendió su mandato como director de procesamiento público del Reino Unido, afirmando que durante su liderazgo se procesaron un número récord de casos de abuso sexual infantil. Condenó los comentarios de Musk y dijo: “Quienes difunden mentiras y desinformación no están interesados ​​en las víctimas. Están interesados ​​en sí mismos”.
Starmer también se refirió a las amenazas hechas a Jess Phillips, calificándola de “veneno de la extrema derecha” y agregó: “Se ha cruzado una línea. La política debe basarse en hechos, no en la desesperación por llamar la atención”.
‘Haz algo, almizcle’
El Ministro de Salud, Wes Streeting, se unió a la refriega, calificando los comentarios de Musk sobre Phillips como una “difamación vergonzosa” y desafiándolo a “arremangarse” para combatir la violencia contra mujeres y niños. Streeting también destacó el papel de las plataformas digitales, como la X de Musk, para garantizar la seguridad en línea.
¿Una relación especial en peligro?
El choque entre Musk y Starmer llega en un momento crítico para las relaciones entre el Reino Unido y Estados Unidos. Ahora que Trump está a punto de comenzar su segunda presidencia, aumentan las preocupaciones sobre el destino de la “relación especial”. La Unión Europea ya ha estado buscando vínculos más estrechos con Gran Bretaña para protegerse de posibles aranceles comerciales estadounidenses.
Mientras Musk continúa avivando la controversia, su creciente influencia en la administración de Trump y su inclinación por la provocación dejan al mundo observando (y preguntándose) qué sigue para la diplomacia entre el Reino Unido y Estados Unidos.



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