Poilievre ha sido visto a menudo como la figura decorativa del MAGA-lite de Canadá. Sin embargo, incluso él se opuso a las reflexiones de Trump sobre la anexión de Canadá.

La visión del presidente electo Donald Trump de que Canadá se convierta en el estado número 51 ha provocado el ridículo de un crítico improbable: Pierre Poilievre, líder del Partido Conservador de Canadá y estrella en ascenso de la política estilo MAGA al norte de la frontera.
En una dura reprimenda a X, Poilievre declaró a Canadá un “país grande e independiente”, cambiando el lema icónico de Trump al insistir en que un gobierno bajo su liderazgo daría prioridad a “Canadá primero”. La declaración cayó como un trueno, especialmente dada la reputación de Poilievre como un aliado incondicional de la derecha global y un favorito del mundo Trump.
Poilievre traza una línea
Conocido por su cruzada contra el “despertarismo” y su retórica ardiente y populista, Poilievre ha sido visto a menudo como la figura decorativa del MAGA-lite de Canadá. Sin embargo, incluso él se opuso a las reflexiones de Trump sobre la anexión de Canadá. “El liderazgo débil y patético de Justin Trudeau le ha dado a Trump una oportunidad para hacer estas afirmaciones ridículas”, publicó Poilievre, apuntando al primer ministro saliente de Canadá mientras se distanciaba de la idea de Trump.

La dura respuesta de Poilievre sigue a una serie de respaldos de los conservadores estadounidenses, incluido el multimillonario Elon Musk, quien calificó las políticas económicas de Poilievre como “perfectamente articuladas”. Pero mientras busca favores en el mundo Trump, Poilievre ha trazado el límite para renunciar a la soberanía de Canadá.
Trudeau contraataca
El Primer Ministro saliente, Justin Trudeau, ya golpeado por la disidencia interna y la caída en picado de las cifras de las encuestas, se unió a la refriega el martes con un mensaje desafiante: “No hay ni la más mínima posibilidad de que Canadá se convierta en parte de Estados Unidos”.
Trudeau, quien anunció esta semana que dimitirá una vez que su Partido Liberal elija un sucesor, ha enfrentado crecientes críticas por su manejo de las crisis inmobiliaria y de inflación. Su viceprimera ministra, Chrystia Freeland, renunció recientemente, acusándolo de no abordar las políticas agresivas y proteccionistas de Trump.

Trump ha atacado repetidamente a Trudeau, llamándolo burlonamente “gobernador” en publicaciones en las redes sociales e incluso sugiriendo que podría usar la “fuerza económica” para integrar a Canadá a Estados Unidos.
Un Canadá dividido enfrenta la presión de Trump
Mientras circulan especulaciones descabelladas sobre una “adquisición canadiense del poder”, las provocaciones de Trump han sumido a Canadá en una agitación política. Se espera ampliamente que Poilievre reemplace a Trudeau como primer ministro en las próximas elecciones federales, pero su negativa a considerar la retórica del estado número 51 de Trump subraya su intento de lograr un equilibrio entre buscar el apoyo populista y proteger el orgullo nacional.
Mientras tanto, la retórica de Trump no ha hecho más que intensificarse. En una conferencia de prensa el martes, redobló su apuesta: “Canadá ya es prácticamente nuestra. ¿Por qué no hacerlo oficial?



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