Robert F Kennedy Jr, presidente electo Donald TrumpEl elegido para liderar las agencias de salud del país, pidió a la Administración de Alimentos y Medicamentos que revocara la autorización de todas las vacunas Covid-19 en mayo de 2021, según un informe reciente del New York Times. En ese momento, habían pasado alrededor de seis meses desde el lanzamiento de la vacuna y la pandemia todavía era mortal, con miles de estadounidenses muriendo cada semana.
Esta acción se produjo apenas seis meses después de que Trump elogiara las vacunas COVID como milagrosas. Durante la presentación de la petición de Kennedy, el 50% de los adultos estadounidenses estaban siendo vacunados, las instituciones educativas reanudaban sus operaciones y se reanudaban las reuniones religiosas.
Kennedy presentó la petición en nombre de su organización sin fines de lucro, Children’s Health Defense, alegando que los riesgos de las vacunas superaban los beneficios y que había tratamientos alternativos disponibles. La petición recibió poca notificación y la agencia la rechazó a los pocos meses.
Los expertos en salud pública expresaron su sorpresa ante la solicitud de Kennedy. John Moore, profesor de inmunología en el Weill Cornell Medical College, lo calificó como «un terrible error de juicio». Gregg Gonsalves, epidemiólogo de la Escuela de Salud Pública de Yale, comparó que Kennedy dirigiera las agencias federales de salud con «poner a un terraplanista a cargo de la NASA».
El Dr. Robert Califf, comisionado de la FDA, describió el esfuerzo de Kennedy por detener el uso de las vacunas Covid como un «error enorme».
Cuando se le preguntó sobre su oposición a las vacunas Covid en noviembre, Kennedy dijo que le preocupaba que las vacunas no previnieran la transmisión del virus. «No lo habría bloqueado directamente», dijo. «Me habría asegurado de que tuviéramos la mejor ciencia, y no hubo ningún esfuerzo para hacerlo en ese momento».
Robert Kennedy Jr ha expresado varias veces su escepticismo con respecto a la seguridad y eficacia de las vacunas. Su perfil público incluye una abierta resistencia a las medidas de control de Covid-19, al tiempo que mantiene posiciones polémicas sobre supuestas conexiones entre las vacunas y el autismo, una teoría que no ha sido probada científicamente.
Si Kennedy es confirmado como secretario de Salud y Servicios Humanos, el ex candidato presidencial y luego patrocinador de Trump encabezará un departamento que controlará vastos recursos financieros y una supervisión crucial de la atención médica. Las responsabilidades de la agencia abarcan la regulación del suministro de alimentos, productos farmacéuticos, programas de vacunación e intervenciones terapéuticas de Estados Unidos.