Donald Trump Jr. emitió una dura advertencia a los senadores republicanos antes de la audiencia de confirmación de Tulsi Gabbard, la candidata del presidente Trump a Directora de Inteligencia Nacional (DNI). En un tweet, Trump Jr. escribió: “Cualquier senador republicano que vote en contra de @TulsiGabbard merece una primaria. ¡¡¡No más perra del Estado Profundo !!!!”
El Comité de Inteligencia del Senado celebrará una audiencia el 30 de enero para evaluar las calificaciones de Gabbard. La audiencia se produce tras retrasos por parte de los demócratas del Senado, quienes citaron verificaciones de antecedentes, divulgaciones éticas y otros trámites incompletos sobre el controvertido candidato.
De ser confirmada, Gabbard, excongresista demócrata, supervisaría las 18 agencias de inteligencia estadounidenses. Sin embargo, su nominación ha provocado un intenso debate en Washington. Los críticos señalan su falta de experiencia de inteligencia y sus controvertidas relaciones con los adversarios estadounidenses.
Gabbard enfrentó escrutinio por reunirse con el líder sirio Bashar al-Assad en 2017, poco después de que surgieran acusaciones de que Assad usó armas químicas contra su propio pueblo. También ha sido una firme defensora del denunciante Edward Snowden y se ha hecho eco de la retórica del presidente ruso Vladimir Putin sobre la guerra en Ucrania.
A pesar de estas preocupaciones, Gabbard ha tratado de generar apoyo bipartidista, en particular revirtiendo su postura sobre la Sección 702 de la Vigilancia de inteligencia extranjera Ley (FISA). Gabbard, que alguna vez criticó el programa, ahora apoya su uso para permitir que las agencias de inteligencia estadounidenses monitoreen a ciudadanos extranjeros en el extranjero sin una orden judicial.
«Si se me confirma como DNI, defenderé los derechos de la Cuarta Enmienda de los estadounidenses y al mismo tiempo mantendré herramientas vitales de seguridad nacional como la Sección 702 para garantizar la seguridad y la libertad del pueblo estadounidense», dijo Gabbard en una declaración a principios de este mes.
Su cambio en la Sección 702 ha obtenido el apoyo de destacados legisladores republicanos, incluido el presidente del Comité de Inteligencia del Senado, Tom Cotton (R-Ark.).
Se espera que la próxima audiencia sea polémica, ya que los senadores de ambos partidos sopesan las calificaciones de Gabbard y sus acciones pasadas con sus recientes promesas de apoyar iniciativas de seguridad nacional.
Por qué Gabbard tiene una batalla cuesta arriba
La falta de experiencia formal en inteligencia de Tulsi Gabbard es una preocupación importante para su nominación como Directora de Inteligencia Nacional (DNI), dado el papel crítico de supervisión de la gestión de las 18 agencias de inteligencia de Estados Unidos. Si bien su experiencia militar y en el Congreso es notable, los críticos argumentan que tal vez no la prepare lo suficiente para las complejidades del ámbito de la inteligencia.
Sus posturas de política exterior han generado críticas bipartidistas. La reunión de Gabbard en 2017 con el presidente sirio Bashar al-Assad, conocido por abusos contra los derechos humanos, y sus controvertidos comentarios sobre los biolaboratorios financiados por Estados Unidos en Ucrania, percibidos como un eco de la propaganda rusa, han planteado serias dudas sobre su juicio.
Las aparentes simpatías de Gabbard hacia naciones adversarias, incluidas Rusia y Siria, han alimentado aún más el escepticismo sobre su capacidad para proporcionar evaluaciones de inteligencia imparciales. Estas percepciones surgen de sus declaraciones públicas e interacciones diplomáticas que algunos consideran demasiado conciliatorias.
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El tema más polémico es su asociación con la Science of Identity Foundation (SIF), una organización religiosa descrita por los críticos como una secta. Las acusaciones de que el líder del SIF, Chris Butler, ejerció influencia sobre su carrera política plantean preocupaciones sobre una posible influencia externa indebida en su toma de decisiones.
Sus cambiantes lealtades políticas, incluida su salida del Partido Demócrata y su respaldo a Donald Trump, han llamado la atención. Esta evolución en su postura política ha alejado a los miembros de ambos partidos, complicando sus perspectivas de confirmación.
También han surgido preocupaciones éticas y financieras. Los retrasos en sus audiencias de confirmación se atribuyen a trámites éticos incompletos, y el escrutinio de sus declaraciones financieras, incluidas ganancias de los medios y acuerdos de libros, ha generado preguntas sobre posibles conflictos de intereses.
La oposición bipartidista presenta un obstáculo importante para la nominación de Gabbard. Los senadores de ambos lados, incluida la republicana Susan Collins y la demócrata Tammy Duckworth, han expresado reservas, lo que refleja un malestar generalizado sobre su idoneidad para el puesto del DNI.
El escepticismo del público y de la comunidad de inteligencia se suma a los desafíos. Figuras como John Bolton han criticado abiertamente su nominación, citando su pasado controvertido y vulnerabilidades percibidas, que muchos argumentan que la hacen no apta para gestionar las operaciones de inteligencia de la nación.