La nave Starship de SpaceX, diseñada para futuras misiones interplanetarias, sufrió una falla catastrófica el 16 de enero de 2025, durante su séptimo vuelo de prueba. El cohete explotó pocos minutos después de despegar desde el sur de Texas. Las investigaciones iniciales revelaron una fuga de oxígeno/combustible por encima del cortafuegos del motor, lo que provocó un aumento de presión y provocó la destrucción del cohete. Aunque la misión terminó en desastre, SpaceX recuperó con éxito el propulsor Super Heavy utilizando su mecanismo de «palillos». A pesar del revés, la compañía sigue comprometida con mejorar la nave espacial para futuras misiones, con el objetivo de revolucionar los viajes espaciales.

Source link