En una inquietante llamada telefónica grabada días después de que Blaze Bernstein desapareciera en enero de 2018, su padre Gedeón Bernstein contactó a Samuel Woodward, la última persona que se sabe que vio a su hijo con vida. El intercambio, marcado por la aparente preocupación de Woodward, luego se reveló como una prueba escalofriante en un caso que reveló odio, violencia y engaño.
Blaze Bernstein, un estudiante de medicina de 19 años de la Universidad de Pensilvania, desapareció mientras visitaba a su familia en Lake Forest, California, durante las vacaciones de invierno. El 3 de enero de 2018, Blaze salió a encontrarse con Woodward, un excompañero de la escuela secundaria, después de conectarse en las redes sociales. Cuando Blaze no regresó a casa, dejando atrás sus gafas, su billetera y sus maletas para regresar a la universidad, su familia se alarmó.
Desesperado, el padre de Blaze utilizó las redes sociales para rastrear a Woodward e inició una llamada telefónica, que su hija Beaue grabó. De acuerdo a ABC NoticiasGideon le dijo a Woodward: “No hemos sabido nada de él en todo el día. Faltó a una cita hoy y entonces empezamos a preocuparnos. Eres la primera pista real del rompecabezas aquí”.
Woodward respondió con aparente empatía y dijo: “Sí, me siento como (improperio), honestamente, lo siento. Quiero encontrar a Blaze tanto como tú”. Continuó describiendo su velada, afirmando que Blaze sugirió encontrarse con otro amigo en Borrego Park. Según Woodward, Blaze se alejó en la noche y lo dejó esperando junto al baño.
La historia generó más preguntas que respuestas. Mientras la familia de Blaze presionaba para que hubiera claridad, sus instintos los llevaron a alertar a las autoridades, que pronto pusieron a Woodward bajo vigilancia.
Descubrimiento sombrío
Seis días después de la desaparición de Blaze, su cuerpo fue encontrado en una tumba poco profunda en el Parque Borrego. La brutal naturaleza de su muerte conmocionó a los investigadores y a la comunidad. Blaze había sido apuñalado varias veces en la cara, el cuello y la rodilla, con heridas defensivas que indicaban una lucha desesperada por su vida.
Woodward fue interrogado y luego arrestado. Como Correo diario Según informó, una búsqueda en su casa descubrió evidencia que lo vinculaba con ideologías neonazis violentas, incluida una máscara manchada de sangre, un cuchillo y materiales anti-homosexuales y antisemitas.
Crimen impulsado por el odio
Los fiscales sostuvieron que las acciones de Woodward estaban motivadas por el odio y presentaron pruebas de su asociación con el División de armas nuclearesun grupo extremista neonazi. Argumentaron que Woodward atacó a Blaze porque era gay y judío, afirmación que Woodward negó.
En el tribunal, la defensa de Woodward echó la culpa a luchas personales, incluido un diagnóstico de autismo y confusión sobre su sexualidad. Su abogado afirmó que el asesinato fue una reacción de pánico ante una percepción de invasión de la privacidad, alegando sin pruebas que Blaze estaba intentando fotografiarlo durante un momento íntimo.
Woodward fue declarado culpable de asesinato en primer grado con agravante de delito de odio en julio de 2024 y condenado a cadena perpetua sin libertad condicional en noviembre. Los padres de Blaze, Jeanne Pepper Bernstein y Gideon Bernstein, expresaron alivio por el resultado, pero notaron el dolor duradero de perder a su hijo.
“Mientras él se pudre en prisión, nosotros estaremos aquí afuera, celebrando la vida de Blaze”, dijo Jeanne durante la sentencia.