Esos resultados respaldaron la hipótesis inicial de que los chimpancés tendían a orinar de forma sincronizada y no al azar. Un análisis más detallado mostró que cuanto más cerca estaba un chimpancé de otro chimpancé que orinaba, mayor era la probabilidad de que ese chimpancé también orinara: evidencia de contagio social. Finalmente, Onishi et al. Querían explorar si las relaciones sociales (como las parejas socialmente cercanas, evidenciadas por el acicalamiento mutuo y comportamientos similares) influían en la micción contagiosa. El único factor social que resultó relevante fue la dominancia, ya que los chimpancés menos dominantes eran más propensos a orinar de forma contagiosa.
Es posible que todavía haya otros factores que influyan en el comportamiento, y se necesita más investigación experimental sobre posibles señales sensoriales y desencadenantes sociales para identificar posibles mecanismos subyacentes al fenómeno. Además, este estudio se realizó con una población de chimpancés en cautiverio; Para comprender mejor las posibles raíces evolutivas, se deberían realizar investigaciones sobre las poblaciones de chimpancés salvajes, analizando los posibles vínculos entre la micción contagiosa y factores como los patrones de distribución, el uso del territorio, etc.
«Este fue un resultado inesperado y fascinante, ya que abre múltiples posibilidades de interpretación». dijo el coautor Shinya Yamamoto.también de la Universidad de Kyoto. “Por ejemplo, podría reflejar un liderazgo oculto en la sincronización de actividades grupales, el refuerzo de vínculos sociales o un sesgo de atención entre individuos de menor rango. Estos hallazgos plantean preguntas intrigantes sobre las funciones sociales de este comportamiento”.
DOI: Biología actual, 2025. 10.1016/j.cub.2024.11.052 (Acerca de los DOI).