Si bien parte de la defensa de Apple se consideró «demostrablemente inexacta» y la mayoría de sus argumentos «insuficientes», Apple argumentó con éxito contra los esfuerzos por recuperar los salarios atrasados ​​de las ex empleadas que ya no trabajan para Apple y que aparentemente también se vieron afectadas por políticas supuestamente sexistas implementadas en 2020. Ese reclamo debe retirarse a medida que avanza la demanda colectiva propuesta.

Además, se suspendió otra reclamación que alegaba disparidad salarial relacionada con la discriminación racial. Pero la trabajadora de Apple que demanda, Zainab Bori, tendrá la oportunidad de modificar su afirmación de que fue despedida como represalia por presentar una denuncia por discriminación. Podría sobrevivir si agrega la evidencia actualmente faltante de que «sufrió una acción laboral adversa» mientras trabajaba bajo un gerente con un supuesto «historial de interacciones negativas con empleados afroamericanos», según la orden de Schulman.

Apple no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios de Ars.

En un comunicado de prensa enviado a Ars, Eve Cervantez, abogada que representa a los trabajadores de Apple demandados, celebró el fallo del tribunal.

«Estoy realmente satisfecho con el fallo de hoy», dijo Cervantez. «Esta práctica de empezar desde abajo y permanecer bajo ha sido una situación sin salida para las mujeres que trabajan en Apple durante años. Así que me alegro de que tengan su día en la corte».

Apple acusada de ignorar un ambiente de trabajo hostil

Para Justina Jong—a quien queja Se unió a Apple en 2013 y ha ayudado a liderar «equipos multifuncionales que mejoran la experiencia de revisión de aplicaciones para desarrolladores de aplicaciones globales». La victoria de esta semana podría ser particularmente alentadora después de que Apple supuestamente se negó a tomar en serio su experiencia con el acoso sexual.

Jong alegó que en 2019, Blaine Weilert, un miembro senior de un equipo de desarrollo de talentos de Apple, la tocó de manera sexualmente sugerente sin consentimiento. Aunque Weilert admitió el acto y fue disciplinado, Apple intentó y no logró argumentar que se trataba de una ofensa única que no constituía un ambiente de trabajo hostil ni justificaba las repetidas solicitudes de Jong de ser alejado de Weilert en las oficinas de Apple.

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