Los mercados bursátiles europeos continuaron su recuperación el viernes, y los índices de gran capitalización alcanzaron niveles no vistos en más de dos décadas.

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Los inversores son cada vez más optimistas sobre nuevos recortes de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE) y una recuperación más fuerte de lo esperado en China, que ha ayudado a contrarrestar las preocupaciones sobre el estancamiento económico y los riesgos geopolíticos.

El índice Euro STOXX 50, que sigue a las 50 empresas de primera línea más grandes de la eurozona, ganó un 0,6% en las operaciones matutinas, alcanzando niveles vistos por última vez en septiembre de 2000. Ahora está preparado para una cuarta sesión consecutiva de ganancias.

El índice DAX de Alemania se disparó a nuevos máximos históricos, desafiando el contexto económico más amplio que vio a la mayor economía de Europa caer en recesión por segundo año consecutivo. Mientras tanto, el índice FTSE MIB de Italia también subió a su nivel más alto desde finales de 2007.

¿Por qué las acciones europeas están subiendo a pesar de los vientos económicos en contra?

Los mercados bursátiles europeos se están deshaciendo de las preocupaciones sobre una desaceleración de la economía, las tensiones geopolíticas y los riesgos comerciales, impulsados ​​por varios factores clave:

  1. Los recortes de tipos del BCE en el horizonte

Con el crecimiento estancado, los inversores apuestan por nuevos recortes de las tasas de interés por parte del Banco Central Europeo.

Ya está plenamente descontado un recorte de tipos de 25 puntos básicos para la reunión del BCE del 30 de enero, y se espera una flexibilización adicional más adelante este año.

Las tasas de interés más bajas tienden a impulsar las acciones, ya que flexibilizar las condiciones financieras para las empresas puede mejorar su crecimiento.

  1. El posicionamiento con bajo peso provoca un apretón

Las acciones europeas estaban en gran medida infraponderadas por los inversores a principios de 2025.

Según la encuesta de administradores de fondos de Bank of America de diciembre de 2024, el posicionamiento de los inversores en acciones europeas se encontraba en su nivel más infraponderado desde 2022, cuando la región lidiaba con las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania.

En relación con las acciones estadounidenses, las asignaciones de los inversores a las acciones europeas estaban en su nivel más infraponderado desde junio de 2012, en el punto álgido de la crisis de deuda de la eurozona.

Un posicionamiento tan extremo a menudo prepara el terreno para fuertes repuntes, ya que incluso noticias ligeramente positivas pueden desencadenar un aumento de la demanda por parte de los inversores que buscan reequilibrar sus carteras.

  1. Un euro más débil impulsa las exportaciones

El euro ha caído por debajo de 1,03 dólares, alcanzando su nivel más bajo desde noviembre de 2022.

Un euro más débil proporciona una ventaja competitiva a las empresas europeas que exportan mucho, particularmente en sectores como el automotriz, el industrial y el de bienes de lujo.

Desde la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos en noviembre pasado, el euro se ha depreciado aproximadamente un 6% frente al dólar.

Esta depreciación podría compensar el impacto de posibles nuevos aranceles estadounidenses sobre los productos europeos. Si el euro se debilita aún más, podría incluso neutralizar los efectos del aumento arancelario del 10% propuesto por Trump sobre ciertas importaciones europeas.

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Además, el euro también ha caído frente al yuan chino, alcanzando su nivel más bajo desde abril de 2023. Esto hace que las exportaciones europeas a China sean más competitivas, proporcionando un mayor alivio a los fabricantes del continente.

  1. La economía de China se recupera más rápido de lo esperado

Una de las mayores sorpresas para los inversores ha sido la fortaleza de la recuperación económica de China, que en gran medida no estaba descontada en las acciones europeas.

El producto interno bruto de China creció un 5,4% interanual en el cuarto trimestre de 2024, superando tanto la expansión del 4,6% del tercer trimestre como las expectativas del mercado del 5,0%. Esto marcó la tasa de crecimiento anual más fuerte en 18 meses, impulsada por las medidas de estímulo introducidas desde septiembre para impulsar la inversión y restaurar la confianza.

El crecimiento de la producción industrial alcanzó un máximo de ocho meses en diciembre, mientras que las ventas minoristas (un indicador clave de la demanda de los consumidores) aumentaron un 3,7% interanual, por encima de las expectativas del 3,5%.

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China es un mercado de exportación crucial para las industrias europeas, en particular el sector automotriz alemán, las marcas de lujo de Francia e Italia y los fabricantes de maquinaria. Una recuperación china más fuerte de lo esperado significa una mayor demanda de bienes europeos, lo que dará a las acciones otro viento de cola.

De cara al futuro: ¿podrá mantenerse el repunte?

Si bien las acciones europeas están disfrutando de una ola de optimismo, los riesgos siguen en el horizonte.

Las próximas elecciones generales de Alemania en febrero podrían introducir incertidumbre política, afectando potencialmente la confianza del mercado.

Al mismo tiempo, los precios de la energía han ido aumentando: el crudo Brent subió un 10% el mes pasado y los precios del gas natural aumentaron un 40% desde mediados de septiembre. Esto plantea un desafío para las industrias europeas dependientes de la energía, particularmente en la industria manufacturera y pesada.

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Las tensiones geopolíticas también siguen siendo una amenaza, con preocupaciones sobre posibles nuevos aranceles estadounidenses bajo la administración de Donald Trump. Si los aranceles apuntan a exportaciones europeas clave, como maquinaria y productos farmacéuticos, podrían afectar las ganancias corporativas y afectar la confianza de los inversores.

A pesar de estos desafíos, los mercados se ven respaldados por la perspectiva de recortes de tasas, un euro más débil que mejora la competitividad de las exportaciones y una recuperación china más fuerte de lo esperado.

Por ahora, estos factores parecen estar proporcionando una base sólida para las acciones europeas, pero la volatilidad podría resurgir si los riesgos macroeconómicos o políticos se materializan en los próximos meses.

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