La inflación de España subió al 2,8% en diciembre, superando el 2,6% previsto, impulsada por el aumento de los precios del combustible y el aumento de los costos de ocio. La inflación subyacente alcanzó el 2,6%, lo que indica presiones persistentes, particularmente en los servicios.
España cerró 2024 con una sorpresa en materia de inflación: los precios al consumo aumentaron a una tasa anual superior a la esperada del 2,8% en diciembre, según las estimaciones preliminares del Instituto Nacional de Estadística (INE) de España publicadas el lunes.
Esto marca un aumento significativo con respecto al 2,4% de noviembre y desafía el pronóstico de consenso de los economistas del 2,6%.
Los datos de diciembre también consolidan una racha de cuatro meses de aumento de la inflación, con tasas anuales aumentando constantemente desde el mínimo de varios años de septiembre del 1,5%.
A medida que la cuarta economía más grande de la eurozona avanza hacia 2025, estas cifras subrayan las persistentes presiones sobre los precios, impulsadas en gran medida por los mayores costos del combustible y, en menor medida, los gastos de ocio y cultura.
Los precios del combustible encienden el resurgimiento de la inflación en España
El principal culpable del aumento de la inflación de diciembre es el repunte de los precios de los combustibles, revirtiendo las caídas observadas en diciembre de 2023. Además, la categoría de ocio y cultura experimentó un crecimiento de precios mayor de lo esperado en comparación con el mismo período del año pasado, lo que contribuyó aún más a la presión alcista.
La inflación subyacente, que excluye elementos volátiles como los alimentos frescos y la energía, aumentó al 2,6%, frente al 2,4% de noviembre. Esto indica que las presiones subyacentes sobre los precios siguen siendo persistentes, una señal preocupante para las autoridades.
En términos mensuales, los precios al consumo aumentaron un 0,4% en diciembre, manteniendo el mismo ritmo que los dos meses anteriores. Si esta tendencia mensual persiste, la tasa de inflación de España podría alcanzar cerca del 4,8% anual.
Perspectivas de inflación española para 2025: Todos los ojos puestos en el petróleo
¿Qué le espera a España en 2025? Las perspectivas dependen en gran medida de los precios del petróleo, según las proyecciones del centro de estudios económicos español Funcas. En un escenario base, la inflación media de España el próximo año se prevé en el 1,9%.
Sin embargo, si los precios del petróleo suben a 85 dólares por barril, la inflación anual podría promediar el 2,5%. Por el contrario, una caída de los precios del crudo a 65 dólares por barril podría reducir la inflación a un promedio del 1,3%. Esta dinámica sensible al petróleo subraya cómo los costos de la energía siguen siendo una variable clave para la trayectoria inflacionaria de España.
Mientras tanto, CaixaBank mantiene su previsión de inflación para 2025 en el 2,5%, citando la persistente inflación en el sector servicios, que está demostrando ser más resistente de lo previsto inicialmente.
Según el banco español, si bien la inflación sigue siendo un desafío persistente, las perspectivas económicas más amplias son relativamente optimistas. El poder adquisitivo de los hogares se está recuperando de manera constante, impulsado por posiciones financieras sólidas y un contexto global que, aunque ligeramente menos sólido, continúa brindando apoyo.
Reacciones del mercado
Los mercados mostraron poca reacción a las últimas cifras de inflación.
El índice IBEX 35 de España cayó un 0,2% en una sesión moderada el lunes. Las acciones bancarias estuvieron entre las de peor desempeño: Banco Sabadell cayó un 1%, BBVA perdió un 0,9% y Banco Santander cayó un 0,8%.
Sin embargo, el panorama más amplio para la renta variable española sigue siendo positivo. En lo que va del año, el IBEX 35 ha subido casi un 14% y, en los últimos dos años, el índice se ha disparado un 40%, marcando su mayor repunte de dos años desde 2007.