El aumento de los precios del transporte impulsó la cifra de inflación de diciembre en España, y el aumento de los precios de la cultura y la recreación también contribuyó a la cifra.
La tasa de inflación interanual de España en diciembre de 2024 aumentó hasta el 2,8%, desde el 2,4% de noviembre, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Esto estuvo en línea con las expectativas de los analistas. También fue la cifra más alta desde julio del año pasado. Diciembre fue el tercer mes consecutivo de crecimiento.
La tasa se debió principalmente a los efectos de base, así como a un repunte de los precios del transporte, que crecieron un 0,6% en diciembre, desde el -0,1% de noviembre. Los precios de la cultura y la recreación aumentaron al 3,2% en diciembre desde el 2% del mes anterior, principalmente debido al aumento de los precios de los paquetes turísticos.
La tasa de inflación subyacente interanual de España en diciembre ascendió al 2,6%, su máximo en cuatro meses, en contraste con el 2,4% de noviembre. Esto también estuvo en línea con las expectativas del mercado. La inflación subyacente no tiene en cuenta los precios de la energía y los alimentos debido a su volatilidad inherente.
La inflación intermensual subió al 0,5% en diciembre, desde el 0,2% de noviembre, más que las estimaciones de los analistas del 0,4%.
Se espera que la inflación española alcance el 2,2% en 2025
La Comisión Europea espera que la inflación española promedie alrededor del 2,2% en 2025, antes de caer al 2% en 2026, en línea con el objetivo del Banco Central Europeo. También espera que la tasa de crecimiento del producto interior bruto (PIB) de España sea del 2,3% este año, antes de caer al 2,1% el próximo año.
Empresa española de servicios financieros.CaixaBank también espera que la inflación subyacente de España alcance el 2% este año y que 2025 sea sólida para la economía del país, principalmente debido a la creciente demanda interna privada.
Sin embargo, la empresa destaca que si los riesgos geopolíticos empeoran, esto puede frenar el crecimiento económico. Estos incluyen una guerra arancelaria entre Estados Unidos y la UE, o la UE y China, así como una escalada de los conflictos en Medio Oriente, que pueden hacer subir los precios de la energía.