Europa se prepara para enfrentar importantes desafíos económicos bajo la presidencia de Trump, incluida su industria automotriz, el suministro de energía y la devaluación del euro, junto con el potencial de un resurgimiento de la inflación.
La Unión Europea lleva meses preparándose para la presidencia de Donald Trump y finalmente ha llegado el día. Es probable que el presidente electo cumpla sus promesas de campaña como primeras acciones en los primeros 100 días, que van desde la inmigración, los aranceles y la guerra de Ucrania hasta las criptomonedas y la energía.
Los desafíos que enfrenta la UE podrían ser significativos si Trump implementara estas políticas con su influencia política, lo que podría remodelar el panorama económico de la eurozona en los próximos años.
Los aranceles cobran gran importancia
Trump ha prometido imponer aranceles del 60% a los productos procedentes de China y del 10% al 20% a las importaciones del resto del mundo. Describió arancel como «la palabra más hermosa del diccionario», lo que representa la mayor amenaza para la economía europea, especialmente para Alemania, la mayor economía de Europa.
La industria automovilística alemana es un objetivo específico de los aranceles prometidos por Trump. Durante su campaña señaló que Estados Unidos tiene un déficit comercial con la UE y afirmó: «No se llevan nuestros coches. No se llevan nuestros productos agrícolas. Venden millones y millones de coches en Estados Unidos. No , no, no, van a tener que pagar un alto precio».
Los fabricantes de automóviles alemanes, que ya luchan contra vientos en contra a nivel nacional y global, podrían enfrentar más tensiones debido a un arancel del 10%. Si se impone, esto podría obligar a los fabricantes de automóviles europeos a trasladar la producción a Estados Unidos, lo que podría provocar grandes pérdidas de empleos en Europa.
En noviembre, Trump anunció aranceles adicionales del 25% a Canadá y México y del 10% a China, a partir del 20 de enero. Si bien no se han confirmado aranceles específicos dirigidos a la eurozona, las acciones de los fabricantes de automóviles europeos se desplomaron tras el anuncio, destacando su vulnerabilidad a los cambios en la dinámica del comercio mundial.
Es probable que la UE aumente las compras de petróleo y gas a EE.UU.
Es posible que la UE tenga que importar más petróleo y gas de Estados Unidos como forma de mitigar la amenaza arancelaria. Tras la interrupción por parte de Ucrania del suministro de gas ruso a Europa, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, propuso reemplazar el gas natural licuado (GNL) de Rusia con importaciones estadounidenses.
Esto se alinea con la estrategia energética de Trump de «perforar, bebé, perforar», aunque es probable que su administración enfrente desafíos de capacidad y cambio climático.
Trump publicó en su red Truth Social que la UE «debe compensar su tremendo déficit con Estados Unidos mediante la compra a gran escala de nuestro petróleo y gas. De lo contrario, ¡¡son ARANCELES hasta el final!!»
Por lo tanto, el mensaje es claro: Europa tal vez no tenga otra opción que aumentar sus importaciones de combustibles fósiles desde Estados Unidos. Estados Unidos, que ya es el mayor proveedor de GNL de la UE, podría consolidar aún más su posición, ganando casi un monopolio sobre los precios de la energía y ejerciendo una influencia significativa sobre los mercados mundiales de crudo.
Los precios del petróleo en una encrucijada en medio de posibles negociaciones sobre la guerra en Ucrania
Trump se comprometió a poner fin a la guerra entre Ucrania y Rusia dentro de las 24 horas posteriores a su toma de posesión, aunque este plan enfrenta retrasos debido a las dificultades para negociar un acuerdo de paz. Trump reconoció que las negociaciones entre Ucrania y Rusia plantean mayores desafíos que las de Oriente Medio, donde Israel y Hamás llegaron recientemente a un acuerdo de alto el fuego.
Imponer sanciones adicionales a las exportaciones de petróleo de Rusia podría ser una posible estrategia empleada por la administración Trump durante las negociaciones de paz. Sin embargo, es probable que tal medida impulse los precios del crudo aún más, especialmente después de los máximos de cinco meses de los índices de referencia alcanzados la semana pasada. Por el contrario, una relajación de las sanciones a Rusia podría desencadenar una fuerte caída de los precios del petróleo. En cualquier escenario, parece que la trayectoria de los precios de la energía en la UE sigue fuertemente influenciada por las decisiones de Trump.
Nuevas presiones inflacionarias en el horizonte
Una guerra comercial entre Estados Unidos y el resto del mundo provocará en última instancia un resurgimiento de la inflación. Los mayores costos de importación se trasladarían a los consumidores, lo que podría desencadenar una nueva crisis del costo de vida.
Una mayor devaluación del euro frente al dólar podría compensar parte del impacto de los aranceles adicionales, pero encarecería los bienes importados. Mientras tanto, un posible aumento de los precios de la energía también exacerbaría las presiones inflacionarias.