‘Un lugar’ es el espacio elegido por la joven pintora Carlota Pérez de Castro para exponer su nueva obra. Ubicado en el barrio de Madrid hoy considerado el epicentro del arte emergente.
‘La huella del flamenco’ es la nueva exposición del artista multidisciplinaria Carlota Pérez de Castro (Madrid, 1998). La innovadora propuesta explora la interacción entre baile flamenco movimiento y pinturadonde los bailarines, a través de sus danzas, actúan como pinceles vivos que asombran con su arte sobre el lienzo.
Cada actuación se convierte así en una actuación única que capta la esencia y emoción del flamenco, materializándose en obras pictóricas que reflejan la intensidad y profundidad de esta tradición cultural.
la muestra, comisariada por Óscar Manriquese inaugura el próximo 31 de enero en ‘Un Lugar’un espacio de creación independiente ubicado en el barrio de carabanchelepicentro del arte emergente en Madrid, concretamente en la calle Ca�ete, 19. Permanecerá abierto al público hasta el 16 de febrero.
Carlota Pérez de Castro es conocida por sus creaciones artísticas a través de Pintura, pintura corporal y performance.. En su obra se mezclan diferentes técnicas: acrílico, tintas, ceras, lápices, óleo…
A sus 26 años ha llevado su arte a ciudades como Nueva York, Sevilla Milán. Su trayectoria incluye exposiciones en la Fundación Miró, el Museo Conde Duque y fue el artista más joven en exponer en el Palacio de Cibeles de Madrid.
«Tenía 20 años y expuse una colección llamada ‘Diversidad humana’ donde presenté una serie de retratos», cuenta el pintor.
Perteneciente a una saga de emprendedores y artistas, es hija de la pintora Teresa Calderón y del director del IADE, Diego Pérez de Castro, en su estudio, ubicado en la capitallos grandes formatos comparten espacio con los más pequeños y los colores lo invaden todo: suelo, paredes y techo.
«Tenemos un tráfico increíble. Aquí vienen amigos. Por supuesto que vienen coleccionistas y gente que le gusta el arte, artistas de todo tipo, clientes y los que más me gustan son mis artistas intérpretes o ejecutantes. Suelen ser bailarines, modelos o personas que por algún motivo concreto me inspiran”, confirma Pérez de Castro.
«No es la primera vez que el arte flamenco, con toda su fuerza y profunda carga emocional, encuentra su reflejo en la mirada sensible de un pintor», afirma Óscar Manrique.
Y continúa: “Pero la obra de Carlota Pérez de Castro consigue captar esas energías, encontrando su tono, su pigmento, captando su aura. Así, las actitudes se convierten en formas, los gestos en materia, o viceversa, ya que la amplia gama de Las disciplinas que domina esta artista le permiten entrelazar la gracia, elegancia y expresión que comparten ambos mundos, el escénico y el plástico.»