El PRESIDENTE Pedro Sánchez hizo su primera visita a Valencia desde el 3 de noviembre cuando los vecinos de Paiporta le arrojaron barro, enojados por la mala respuesta del gobierno a las inundaciones.
Después de 81 días sin pisar la región, Sánchez se reunió este jueves con 28 alcaldes de las zonas afectadas por las inundaciones y con organizaciones sociales.
El encuentro tuvo lugar en el edificio de la Delegación del Gobierno en la ciudad de Valencia.
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La alcaldesa de Valencia, María José Catalá, no fue invitada y sólo se enteró de la reunión por los medios de comunicación.
Dijo que eso era «típico» del gobierno.
“No se puede llegar a una zona y no contar con nosotros ni escucharnos”, añadió el alcalde.
Un amplio operativo de seguridad se puso en marcha frente al edificio de la Delegación del Gobierno.
Un grupo de personas pidió a gritos la dimisión de Sánchez y le preguntaron por qué no ha acudido a algunos de los pueblos devastados.
Una contramanifestación lo apoyó y exigió la destitución en lugar del presidente valenciano, Carlos Mazón.
Para el 1 de febrero está prevista en Valencia una cuarta manifestación multitudinaria contra Mazón.
Sánchez -acompañado de altos ministros- presidió una reunión de la comisión interministerial para analizar medidas urgentes para las zonas afectadas por las inundaciones.
Posteriormente, el Primer Ministro viajaría a Bétera para visitar algunas de las unidades del ejército que participan en los esfuerzos de reconstrucción.