El momento decisivo del partido llegó después del medio tiempo cuando Kaoru Mitoma convirtió expertamente un pase de Rutter en un gol.
Su exquisito final sobre Sánchez selló el liderazgo de Brighton y finalmente su victoria.
Esta corbata de la copa mostró el problema recurrente del Chelsea de tirar cables, así como su falta de potencia de fuego por adelantado.
Desde el día del boxeo, han tomado la delantera, pero no lograron ganar en cinco ocasiones separadas.