El 2 de abril, una lluvia de bolas de fuego iluminó el cielo nocturno sobre Los Ángeles y gran parte del centro y sur de California. Los espectadores se preguntaban si estaban presenciando un meteorito, el lanzamiento fallido de un cohete o incluso un OVNI.

Posteriormente, los astrónomos confirmaron que las bolas de fuego eran desechos espaciales del módulo orbital de una nave espacial china llamada Shenzhou-15, lanzada por primera vez en noviembre de 2022. El reingreso incontrolado de la nave provocó quejas internacionales sobre los peligros de basura espacial cayendo a la Tierra, pero el evento también inspiró una nueva forma para que los sismólogos utilicen señales terrestres para rastrear el destino de dichos escombros.

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