Un objeto del tamaño de un planeta que posiblemente alguna vez visitó el sistema solar puede haber cambiado permanentemente nuestro vecindario cósmico al deformar las órbitas de los cuatro planetas exteriores, sugiere un nuevo estudio. Los hallazgos pueden arrojar luz sobre por qué las trayectorias de estos planetas tienen ciertas características peculiares.

Durante décadas, los astrónomos han debatido cómo sistema solarSe formaron los planetas. Sin embargo, la mayoría de las hipótesis coinciden en el tipo de órbita que deberían tener los planetas: círculos que se disponen concéntricamente alrededor del sol y yacer en el mismo plano. (Si los vieras de lado, solo verías una línea). Sin embargo, ninguno de los ocho planetas, incluida la Tierra, tiene órbitas perfectamente circulares. Además, las trayectorias de los planetas no se encuentran exactamente en el mismo plano.

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