Donald Trump ha regresado para generar controversiaalgo a lo que está acostumbrado últimamente. En esta ocasión fue por proponer cambiar el nombre del Golfo de México por «Golfo de América». Durante una conferencia en su residencia de Mar-a-Lago, en Florida, Trump aseguró que este nuevo nombre sería “hermoso y apropiado” para reflejar la grandeza de su país.

La declaración, calificado de “expansionista” por analistas internacionales, se suma a otras propuestas polémicas, como recuperar la Canal de Panamá o adquirir Groenlandia.

El presidente de México, claudia sheinbaumno tardó en responder a estas declaraciones. En su conferencia matutina, la mandataria mostró un mapa del viejo mundo que data de 1607 para recordar que el término «Golfo de México» es “reconocido internacionalmente” durante siglos.

En tono irónico, Sheinbaum ha propuesto cambiar el nombre de América del Norte a «América Mexicana»destacando las raíces históricas del término.

Cambiar el nombre del Golfo no sería tarea fácil. Según los expertos en derecho marítimo, sería necesario obtener la aprobación de organizaciones internacionales como la Organización Hidrográfica Internacional (OHI) y el Grupo de Expertos de las Naciones Unidas en Nombres Geográficos. Además, el consenso de “todos los países costeros”entre ellos México, Cuba y Estados Unidos, lo que complicaría la viabilidad de la propuesta.

El Golfo de México es uno de los ecosistemas marinos más importantes del mundo, con gran relevancia económica y climática. Sus aguas albergan más de 300 especies esenciales para pesca localcuya producción anual supera “un millón de toneladas”. Cualquier cambio en su nombre implicaría modificaciones legales en mapas, cartas náuticas y documentos oficiales de los países involucrados.

Trump también aprovechó la conferencia de prensa para criticar a Canadá y México por no cumplir con ciertos acuerdos comerciales y de seguridad. En el caso de México, señaló que el país está “esencialmente controlado por los cárteles” y prometió fuertes medidas si no se detiene tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, incluida la posibilidad de imponer nuevos aranceles.

Aunque las propuestas del presidente electo han sido descritas por muchos como inviables, Trump estaba decidido a impulsar su agenda desde el primer día de su mandato. Prometió revertir las órdenes ejecutivas de su predecesor, Joe Biden, y aseguró que Estados Unidos está entrando en una “nueva era dorada”aunque sus planes ya han despertado fuertes resistencias a nivel internacional.



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