El bombardeo israelí y las operaciones terrestres en Gaza han transformado vecindarios enteros en páramos cubiertos de escombros, con conchas ennegrecidas de edificios y montículos de escombros que se extienden en todas las direcciones.
Se han arado las carreteras principales. La infraestructura crítica de agua y electricidad está en ruinas. La mayoría de los hospitales ya no funcionan.
Las Naciones Unidas dicen que podría llevar más de 350 años reconstruir si el bloqueo permanece.
El alcance total del daño solo se conocerá cuando termine la lucha y los inspectores tienen acceso total al territorio.
La parte más destruida de Gaza, en el norte, había sido sellada y despoblada en gran medida por las fuerzas israelíes en una operación que comenzó a principios de octubre.
Utilizando datos satelitales, las Naciones Unidas estimaron el mes pasado que el 69 por ciento de las estructuras en Gaza han sido dañadas o destruidas, incluidas al menos 245,000 hogares.
El Banco Mundial estimó $ 18.5 mil millones en daños, casi la producción económica combinada de Cisjordania y Gaza en 2022, desde los primeros cuatro meses de la guerra.
Antes de que se pueda reconstruir algo, los escombros deben eliminarse, una tarea asombrosa en sí misma.
La ONU estima que la guerra ha cubierto a Gaza con al menos 50 millones de toneladas de escombros, aproximadamente 12 veces el tamaño de la Gran Pirámide de Giza. Con más de 100 camiones trabajando a tiempo completo, tomaría más de 15 años despejar los escombros, y hay poco espacio abierto en el estrecho territorio costero que alberga a unos 2.3 millones de palestinos.