El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó la desclasificación de todos los registros clasificados restantes relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy, cumpliendo una promesa de larga data. La medida se formalizó mediante una orden ejecutiva, que también pedía la divulgación de los archivos relacionados con los asesinatos del senador Robert F. Kennedy y del Dr. Martin Luther King Jr.
La orden destaca que más de 50 años después de estos asesinatos, el gobierno federal aún no ha publicado todos los registros relevantes. “Las familias y el pueblo estadounidense merecen transparencia y verdad”, dice la orden, y agrega que es de interés nacional publicar estos registros sin más demora. Si bien la Ley de Recopilación de Registros de Asesinatos del Presidente John F. Kennedy de 1992 exigía la divulgación pública completa de los archivos antes de octubre de 2017, las exenciones han permitido la retención continua de ciertos documentos. La orden de Trump establece que las continuas redacciones «no son consistentes con el interés público».
«Ahora he determinado que la continua redacción y retención de información de los registros relacionados con el asesinato del presidente John F. Kennedy no es consistente con el interés público y que la publicación de estos registros debería haberse hecho hace mucho tiempo», dice la orden.
El proceso de desclasificación se desarrollará rápidamente. El Director de Inteligencia Nacional y el Fiscal General tienen 15 días para presentar un plan para la divulgación completa de los registros relacionados con Kennedy y 45 días para los registros de Robert F. Kennedy y Martin Luther King Jr. A pesar de la directiva, aún no está claro cuándo los documentos serán efectivamente accesibles al público.
Durante su campaña de reelección, Trump se había comprometido a publicar los archivos restantes del asesinato de Kennedy, una promesa que también hizo durante su primer mandato pero que luego se retractó, citando consejos de funcionarios de inteligencia. El exdirector de la CIA, Mike Pompeo, estuvo entre quienes instaron a Trump a mantener ciertos archivos clasificados, citando posibles preocupaciones de seguridad nacional. Esta vez, sin embargo, Trump ha insistido en que se divulgarán todos los archivos.
Las especulaciones sobre el asesinato de Kennedy han persistido durante décadas. Sólo una pequeña fracción de los millones de registros permanece clasificada, y los investigadores coinciden en que es posible que los archivos no contengan revelaciones trascendentales. Sin embargo, algunos creen que estos documentos aún podrían proporcionar información crítica.
Kennedy fue asesinado a tiros en Dallas el 22 de noviembre de 1963, y aunque Lee Harvey Oswald fue identificado como el único pistolero, las teorías de conspiración han eclipsado durante mucho tiempo la narrativa oficial.