Google ha sido un facilitador de herramientas para Israel mucho mayor durante su guerra con Hamás de lo que se había revelado anteriormente. un nuevo informe de El Correo de Washington descubrió que los empleados de Google han trabajado repetidamente con las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y el Ministerio de Defensa de Israel (IDM) para ampliar el acceso del gobierno a las herramientas de inteligencia artificial. En 2021, Google celebró un contrato de computación en la nube por valor de 1.200 millones de dólares con el gobierno israelí, titulado Nubejunto a Amazon.
Documentos internos muestran que los empleados de Google solicitaron repetidamente un mayor acceso a la tecnología de inteligencia artificial de la compañía en nombre de Israel, poco después de los ataques del 7 de octubre. Según se informa, un empleado de la división de nube de Google intensificó los llamamientos del IDM para obtener un mayor acceso a Vértice. En un documento, un empleado supuestamente advirtió que IDM podría recurrir a Amazon, perdiendo negocios con Google. Luego, un documento de noviembre supuestamente muestra al empleado agradeciendo a su compañero de trabajo por ayudar con la solicitud.
Según se informa, documentos adicionales de 2024 muestran nuevas solicitudes que continuaron hasta noviembre de 2024, y un empleado solicitó que las FDI recibieran acceso a Tecnología de IA Géminis para desarrollar su propio asistente de IA. La solicitud era para mejorar el procesamiento de audio y documentos, pero no está claro para qué se utilizaron los accesos anteriores con respecto a operaciones militares.
La noticia arroja nueva luz sobre las protestas de los empleados por el contrato de computación en la nube de Google con el gobierno de Israel. Los empleados de Google se han pronunciado en contra de los tratos de la empresa con Israel desde que comenzó el contrato. Sin embargo, la guerra provocó nuevos llamamientos de sus empleados para que Google abandonara Nimbus. En cambio, Google tiene despidió a más de 50 empleados para protestando por el contrato vencido a lo que llamó «comportamiento disruptivo». A mediados de 2024, más de 100 empleados de Google, compuestos por gerentes y miembros de su grupo de derechos humanos, supuestamente enviaron un correo electrónico a la empresa para revisar el contrato de Nimbus, pero Google lo ignoró.